Vendedor- Hoy el día ha sido estupendo, he vendido casi todos los apartamentos. Sólo me queda el ático, un poco pequeño, a ver si viene algún primo y se lo encasqueto.
Pepe- Buenas tardes, se puede...
Vendedor- ¡Hombre, el primo!
Pepe- ¿Qué primo? ¿Qué dice? ¡No entiendo!
Vendedor- Nada, nada, es un decir... ¿Qué desea, caballero?
Pepe- Pues un apartamento.
Vendedor- Tengo el que usted necesita, es un apartamento un poco pequeño, pero acogedor.
Pepe- ¿Sí? ¿Y lo podría ver?
Vendedor- Claro, por supuesto, suba conmigo.
Pepe- ¡Oiga! ¿Hay que subir todas estas escaleras?
Vendedor- ¡Oh, sí, sí! Solo hay que ver su facha... quiero decir, su figura...
Pepe- Bueno, bueno, vamos para arriba.
Vendedor- Ya verá usted, es el apartamento que necesitaba.
Pepe- ¿Las ventanas qué vistas tienen?
Vendedor- Bueno, ejem, tienen una pared de ladrillos enfrente y...
Pepe- Entonces no me interesa.
Vendedor- Pero espere buen hombre que termine de hablar. Sepa que si se agacha podrá ver a la Mikaela
en la ventana de al lado que está muy buena.
Pepe- ¿Ah, sí? Entonces a lo mejor no me importa esa pared de ladrillos.
Vendedor- (SUSURRANDO) Tendré que decir a la Mikaela que se pase por la ventana.
Pepe- ¿Decía usted?
Vendedor- Nada, nada, ya llegamos, pase usted, verá que es un apartamento mono y acogedor.
Pepe- ¡Pe-pero si no cabemos los dos aquí!
Vendedor- Claro, entra usted de frente, pero pase de canto y verá si entra.
Pepe- ¿Cómo que de canto? ¿Se está quedando usted conmigo?
Vendedor- Es que con su figura atlética... Sepa que no todos pueden presumir de su complexión.
Pepe- Gra-gracias, es usted un adulador.
Vendedor- Y mire que cama, con muelles de poliéster.
Pepe- Pero es pequeño esto; ¡si la cama no tiene un metro de largo!
Vendedor- Así en invierno no tendrá frío al acurrucarse en ella.
Pepe- No, si viéndolo desde ese punto de vista...
Vendedor- Claro, hombre, claro, si este apartamento está hecho a su medida y... ¡Oiga! no se apoye en el tabique.
Pepe- ¿Por qué?
Vendedor- Por nada, por nada...
Pepe- Oiga, ¿y el cuarto de baño y la cocina?
Vendedor- ¡Ah, sí! Me había olvidado; aquí tiene el orinal y el camping-gas.
Pepe- ¿Pe-pero cómo que orinal? Y el lavabo, la ducha y eso ¿qué?
Vendedor- No se preocupe por la ducha, sepa que esta es una zona donde llueve en abundancia y como
hay goteras pues va y aprovecha para ducharse.
Pepe- ¿Go-goteras? ¿Esta casa tiene goteras? Me parece que esto es una porquería de apartamento.
Vendedor- ¿Cómo que porquería? Somos de los constructores más importantes del país. Antes de hacernos independientes estuvimos con Matesa y Sofico.
Pepe- ¿De qué me suenan a mí esos nombres?
Vendedor- De que han sido las empresas más importantes del país.
Pepe- Bueno, a mí me importa un bledo. No me interesa este apartamento.
Vendedor- ¿Quiere ver a la Mikaela?
Pepe- ¿Está ahora en casa?
Vendedor- Sí, mírela. Está buena, ¿eh?
Pepe- ¡Jopé, qué bombón!
Vendedor- Pues la tendría que ver usted en verano.
Pepe- Bueno, reconsiderando mi respuesta anterior, me quedaré con éste apartamento ¿Cuánto vale?
Vendedor- Sólo 100.000.000 ptas. ¡Por ser usted, claro!
Pepe- O-oiga, eso es mucho por esta birria de cuarto...
Vendedor- Pero la Mikaela ¿qué? Eso se paga...
Pepe- Bueno, bueno, me lo quedaré; pero creo que me está usted timando ¿eh?
Vendedor-¿Yooo? Soy una persona muy respetable.
Pepe- Bueno, hasta luego, ya le daré el cheque...
Vendedor- ¡Adiós primo! ¡Qué pena que existan tan pocos de esta especie!
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